Atención a la primera infancia en los Guarícanos

Fundación Más Vida y la Asociación de Ayuda a las Familias (ADAF), junto al Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia, trabajan desde hace años proporcionando atención temprana a la primera infancia. Concretamente a  niños y niñas de entre 0 y 5 años de edad, de familias de escasos recursos del Sector Guarícano. Este proyecto incluye chequeos médicos infantiles, campañas de vacunación y charlas a los padres y madres para hacerles partícipes del proceso educativo de sus hijos e hijas, e informarles de las necesidades especiales de los más pequeños.

Según la Declaración de los Derechos del Niño, todos los niños y niñas tienen derecho a crecer y desarrollarse con buena salud, proporcionándosele cuidados especiales, alimentación, vivienda, recreo, servicios médicos, educación y protección.

La pobreza, la exclusión social y la baja cobertura de los servicios públicos impiden que niños y niñas en su primera infancia, de los 0 a los 5 años, reciban una adecuada atención a sus necesidades. Esto repercute directamente sobre su supervivencia, salud y desarrollo, siendo una franja de edad en la que las tasas de morbilidad y mortalidad son muy altas. A ello, hay que añadir que, debido a patrones culturales incorrectos de crianza, muchos de estos niños y niñas no reciben los chequeos médicos y vacunaciones pertinentes. La discapacidad, la enfermedad crónica y el retraso cognitivo, a veces prevenibles a través del diagnóstico y atención temprana, producen además estigma social. Todo ello marca decisivamente el resto de la vida y perpetua el círculo de la pobreza.

El objetivo específico que persigue esta propuesta es, por tanto, garantizar el acceso a la atención de las necesidades específicas en la primera infancia, de los niños y niñas pequeños de 0 a 5 años en situación de vulnerabilidad socio-económica del Sector Guarícano.

ADAF ya viene facilitando este tipo de atención para niños y niñas de entre 3 y 5 años, en el centro de preescolar que gestiona desde el año 2008. Además, desde el 2016, también proporciona atención temprana a menores de 3 años, fecha en la que esta prestación entró a formar parte del Programa de Atención Integral a la Primera Infancia de Base Familiar y Comunitaria, que gestiona el Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (INAIPI). Este programa público está dirigido a proporcionar atención a la primera infancia en situación de vulnerabilidad y se considera una acción clave para fomentar el desarrollo de capacidades y oportunidades que permitan reducir la pobreza y la exclusión social.

A través de esta nueva intervención, pretendemos fortalecer y mejorar el servicio de asistencia y atención a la primera infancia que proporciona ADAF, aumentando el número de niños y niñas beneficiarios, siendo esto una demanda del INAIPI. Todo ello, vinculado al programa público mencionado, que incluye contenidos transversales como salud y nutrición; educación inicial, responsabilidad y participación de la familia; protección de toda forma de abuso, negligencia y violencia; y sensibilización a favor de la primera infancia.

Como desarrolla Fundación Más Vida la atención temprana a la primera infancia.

Para desarrollar esta labor, ADAF cuenta con un equipo de educadoras que durante todo el año realizan, además, visitas a más de 300 familias que forman parte directa del proyecto. Su principal función es ayudar a fortalecer la capacidad natural de las familias para cuidar y educar en los primeros años de vida. Proponiendo actividades y el uso de recursos en el hogar que fortalezcan la buena salud y la nutrición, así como el desarrollo de las dimensiones socio emocional, cognitiva y psicomotriz. Otra función importante es detectar e identificar situaciones de vulneración de derechos de niños y niñas por parte de sus familias. Padres y madres consideran este trabajo muy positivo y se sienten muy afortunados de que sus hijos e hijas puedan formar parte de él.

A través de este proyecto tratamos de evitar que los niños y niñas más pequeños  no alcancen su potencial debido a riesgos evitables, tales como el retraso en el crecimiento a causa de una nutrición inadecuada, carencia de yodo, anemia por deficiencia de hierro o estimulación cognitiva inadecuada. Enfermedades frecuentes, entornos insalubres y una alimentación deficiente minan el potencial de la niñez y esta tendencia negativa en las primeras etapas de la infancia construye una brecha insuperable que se arrastra a lo largo de toda la vida, y refleja inevitablemente la desigualdad y la exclusión social.